Carreras de relevos de hormigas
Según un estudio llevado a cabo por el Dr. Xavier Arnan y otros investigadores del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF), las hormigas obreras pequeñas son más rápidas buscando semillas, una destreza que se podría atribuir a que el tamaño reducido les facilita el movimiento entre la vegetación. Por el contrario, las obreras de mayor tamaño son mejores transportando las semillas. Caminan más rápido con la carga encima y tienen menos probabilidad de perderla por el camino. Es decir, que la habilidad de transportar firmemente la semilla se incrementa a medida que aumenta el tamaño del individuo. Por tanto, las cadenas de transporte de semillas en estos insectos se organizan según el tamaño de la hormiga, de más pequeñas a más grandes, hasta que llegan al nido, y pueden implicar desde dos hasta nueve obreras diferentes.
La estrategia basada en el reparto de tareas y el trabajo en equipo es más rápida encontrando semillas, más segura a la hora de transportarlas hasta el nido, pero más lenta durante la fase de transporte, ya que las semillas deben ir pasando de las hormigas pequeñas a las grandes. Por el contrario, la estrategia de transporte individual es más lenta a la hora de encontrar las semillas, menos fiable en el momento de transportarlas, pero más rápida en el transporte, pues la hormiga que encuentra la semilla es la que la lleva directamente al nido, sin intermediarios.
El estudio español, publicado en Behavioral Ecology and Sociobiology, revela que si una hormiga grande encuentra una semilla es muy probable que la transporte ella sola hasta el nido, mientras que si se trata de una hormiga pequeña hay muchas probabilidades de que comience un trabajo en equipo. Sin embargo, la forma en que se da el trabajo en equipo es peculiar: parece que no es por propia voluntad que la obrera pequeña pasan la semilla a la obrera mayor, sino que son las hormigas grandes las que "roban" la semilla de la hormiga pequeña para asegurar el éxito del transporte.
Según recoge la agencia SINC, el estudio se realizó en Castellbell i el Vilar, un pueblo situado cerca de Barcelona. Los investigadores siguieron más de 206 semillas de hinojo (Dorycnium pentaphyllum), desde que eran recolectadas por obreras de la especie M. bouvieri hasta su destino. Un 64% de las semillas llegaron al nido, el resto cayeron.
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